Una inquietud en el mismo sentido Flores había mencionado semanas atrás, lo que se recuerda ahora, cuando este funcionario ratifica la ausencia de entendimiento entre ambos departamentos desde la creación de la dirección de policía municipal, que lo deja sin autoridad directa sobre los policías.
Así, las calles vuelven a servir de mecánicas improvisadas, los tricicleros están vendiendo de nuevo en el centro, los lavacarros están reapareciendo, haciendo que las medidas y esfuerzos del departamento de Comisarías se debiliten.
Flores manifestó que ha comunicado a Salazar sobre el particular, solicitándole la intervención, pero no tiene respuesta.
Ante esta situación, creemos de urgencia la revisión de procedimientos por parte de los principales del concejo para encontrar una rápida y oportuna solución, pues la decisión es de carácter institucional, más si Salazar manifiesta que uno de los inconvenientes para el control es la necesidad de incrementar los policías municipales.