La tragedia acabó con los sueños de Franklin. Él quería ser mecánico.

Su esposa y su único hijo han quedado solos. Digna Araujo, de 26 años, fue su pareja y tiene además dos niños, de siete y nueve años. 

Ella recuerda que se conocieron en el cantón Playas, Guayas, hace tres años y de donde él era oriundo. 

Es santodomingueña pero cuando fue a trabajar en Posorja tuvo que residir en Playas. 

Desde hace dos años vivía en el barrio El Carmen de la coperativa Juan Eulogio. Procrearon un hijo, quien el 4 de noviembre cumplirá un año.

La familia recién se estaba estabilizando. Digna cuenta con el apoyo de su padre, quien es jornalero. Sin embargo no le alcanza para mantener a sus tres pequeños.

“Su meta era seguir adelante con su esposa”, acotó.

De su parte Digna mencionó que su esposo decía que este año iba a estudiar para obtener un título. “Le gustaba hacer de todo, pero más le agradaba la mecánica”, aseguró la mujer.

Cristina Álvarez, su comadre, recuerda al joven como una persona humilde y trabajadora. “Pido a la empresa que debe ser más consciente en ayudarlos y al municipio que se haga cargo de la familia, porque ella (Digna) se queda sin nada”, mencionó.

Sus compañeros de trabajo se hicieron presentes en el velorio. “Se supo ganar la confianza de todos, era respetuoso, un caballero”, añadió. 

Marco Narváez, compañero, dijo que Franklin era tranquilo. “Podría hablar mal de cualquiera pero jamás de él, era humilde no le hacía mal a nadie”, expresó.

Digna destacó que la empresa se hizo presente con los gastos fúnebres.

“No estaba asegurado, no deberían meter a la gente sin protección, así sólo con casco, hay que ver bien que la tierra esté firme, hacer un estudio”, refirió la mujer.

Allí también se sumaron al dolor los vecinos y amigos del trabajador.

El martes, antes de ir a laborar, Darwin se despidió de su madre diciéndole que regresaba después de colocar una tubería. Ella volvió a ver sólo sus restos que quedaron sepultados tres metros bajo tierra. 

Milton Campoverde, suegro del fallecido, dijo que con su hija llevaba tres años juntos.

Antes de laborar en la obra de alcantarillado, desde hace tres semanas, Darwin se dedicaba a trabajos eléctricos en el Oriente.

Los vecinos hablan bien de él. “Era buen muchacho, tranquilo, trabajador y no se metía con nadie”, recalcaron.

El que más sufre su partida es su primo, con quien compartía muchos momentos amenos. Juntos solían ir a nadar en piscinas, una de sus mayores pasiones, según señaló José Ludeña, tío.

“Era un joven ejemplar, nunca anduvo en malos pasos”, manifestó.

Se informó que él será sepultado hoy en esta ciudad, hasta la tarde de ayer aún no se confirmaba el lugar ni la hora.

Los familiares quieren que la empresa contratista les apoye. “Nosotros hemos hecho los gastos funerales”, declaró. 

La alcaldesa subrogante de Santo Domingo, Martha Rosero, este miércoles mediante rueda de prensa, expresó que se exigirá a la empresa contratista que asuma con las responsabilidades que determine la ley en cuanto a los fallecidos y las familias afectadas por el deslizamiento de tierra.

La autoridad señaló que pedirá que se haga una investigación exhaustiva para verificar el tema laboral con los trabajadores fallecidos, en coordinación con el Ministerio de Relaciones Laborales.