En la Real Audiencia de Quito no se daban trámites a las causas sustanciadas por los indios, por lo que estos debieron acudir al Virreinato de Santa Fe de Bogotá o a España, como lo hicieron Seguiche (1757) y Parral y Guale (1796) o en causas sustanciadas sobre la sublevación de indios en Riobamba en el año de 1766, de amotinamientos en Cotacachi en el año 1778; protestas por los excesivos tributos en Ambato, Alausí y Riobamba entre 1787-1800, entre otros.

En la Tenencia de Portoviejo los problemas se agudizaron cuando se hizo ostensible por parte de los administradores, el deseo de apropiarse de las tierras  que habían sido entregadas al Común de indios en el momento de las reducciones. 

Importante recordar que en lo que hoy es Manabí dos pueblos habían desarrollado una artesanía singular y alrededor de ella dinamizaron su comercio al interior del país y a otros lugares como Colombia, Perú, Panamá, Europa; esto ayudó a crear una especie de élite indígena, quienes asumieron tempranamente la defensa de su gente, estaban preparados tanto para el comercio como la política, eran conocedores de los postulados de la Revolución Francesa, de la Constitución liberal de 1812, creada en Cádiz,  en la cual se sancionaba la abolición del tributo. 

Por eso no es de extrañar que indios, tanto en Montecristi como en Jipijapa, hayan estado activamente involucrados en la lucha por la independencia de España. Desde 1776 se produce una insurrección que tiene como trasfondo la imposición de tributos que afectaban directamente a la actividad artesanal; Juan Anzules y Miguel Sancán, indios sombrereros de Jipijapa, fueron sindicados como instigadores de las revueltas. En 1778, Cosme Majao en compañía de Miranda protagonizan un motín en Jipijapa, En 1814, vecinos de Portoviejo unidos a los indios de Jipijapa protestan por el nombramiento del  subdelegado y Juez Real del Partido. 

En 1816, en Jipijapa, reunidos en la plaza que hoy lleva el nombre de “Bolívar” cientos de indígenas se sublevan y se declaran “hombre libres” negándose a pagar tributos al Rey. 

Para 1818, indígenas de Jipijapa y Montecristi eran acusados de facilitar la entrada al territorio a insurgentes chilenos e ingleses que desembarcaron en Manta con la intención de propagar la causa de la independencia. 

Como ustedes han leído, es necesario ir desempolvando la historia, para reconocer en ella a nuestros propios héroes indígenas.