Viste ropa de trabajo y la mayoría de sus días los pasa en la planta de captación de agua potable desde el río Lelia, ingresando por el kilómetro 19 de la vía Alóag-Santo Domingo.  

Allí labora desde hace 14 años, es operador de la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Epmapa).

De este lugar tiene grandes recuerdos, vivencias y sobre todo una hazaña.

Ya han pasado 14 años desde que él salvó la vida de su jefe, Armando Saavedra.

Ocurrió la noche del 17 de marzo del año 2000, Rodríguez era nuevo en la empresa, era su primer año.

“Un aluvión arrastró los puentes de la comunidad aledaña a la planta, afectó la vía y las tuberías dejándonos aislados, sin comunicación”, relata.

Al día siguiente él salió a dar a conocer lo sucedido a sus jefes para reparar el daño.

Hasta el lugar llegó Saavedra acompañado de técnicos de la Epmapa.

“Vieron los daños, seguían caminando en la peña y él (Saavedra) resbaló, el agua cubría los seis metros de altura. Lo arrastró, se golpeó la nuca y quedó inconsciente. 

Yo no lo pensé ni dos veces y me lancé a salvarlo. Una vez que lo alcancé pedí ayuda a los demás y haciendo cadena humana salimos de las turbulentas aguas”, cuenta.

De este acto heroico recibió unas palabras de agradecimiento.

“Pensaba que sería reconocido, quería que me den estabilidad en el trabajo y gracias a Dios he estado 14 años. 

“Cuando todo estaba dormido, me entero por la prensa de esta nueva Ley del Gobierno de reconocer los gestos heroicos”, narra. 

Él se refiere a la Ley de Reconocimiento a los Héroes y Heroínas Nacionales. 

El hombre supo de esta normativa en noviembre del año pasado y recordó su gesta y fue el propio Saavedra, quien por llamada telefónica le animó a que se postule.

En un mes y medio adjuntó los requisitos, recortes de prensa de la noticia de aquel día y los presentó en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), donde solicitó un formulario para participar.

Después de aproximadamente diez meses, el pasado 5 de octubre, el Cpccs le concedió el diploma de héroe.

El documento le acredita acceder a los beneficios de la  Ley.

“No pensé que iba a ser declarado como héroe, como dice la Biblia: ‘Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público’”, manifiesta.

El nombre de Jacinto Cortez Jhayya no sólo quedará grabado en la avenida principal de la cooperativa Santa Martha, la más grande de Santo Domingo, sino en la historia del país.

Su familia recibió el reconocimiento que le acredita ser héroe nacional.

“Me siento feliz, porque mi hijo se lo merecía”, recalcó Mariana Jhayya, madre del exmilitar, quien falleció en la revuelta policial del 30 de septiembre del 2010. 

Jhayya indicó que ella sólo presentó documentación, hoja de vida y salió calificada.

Jacinto era soldado de comunicaciones y prestó sus servicios en la vida militar por cinco años.

La mujer cuenta que el día de la revuelta su hijo concluía el curso de ascenso para cabo segundo.

“Así sea que mi hijo haya muerto, así pasen los años que sean, los recuerdos, esos buenos momentos nunca se olvidarán”, menciona.

Ella cree que el premio es justo. “Como salvó la vida del presidente Rafael Correa debió ser considerado. Él entro al rescate sólo con un tolete y un escudo, sin chaleco y desarmado”, cuenta la mujer. 

Indica que las investigaciones están en cero. 

A Jhayya le ayudaron con un empleo, ella tiene contrato hasta diciembre del 2014 en el Registro Civil de Santo Domingo.