“Esta lucha la hemos dado por años, es retrógrada y discrimina a muchas comunidades. Es injusto que personas que están necesitando sangre, entre ellos centenares de latinos, no se puedan beneficiar de un donador sano”, dijo uno de los participantes del acto.
La campaña que busca anular esta prohibición ha ganado adeptos, entre ellos el Senado de California, que analiza una resolución que pide al gobierno federal derogar las actuales políticas de donación y desarrollar una nueva normativa que se sustente en datos científicos actuales.
“La prohibición a los donantes homosexuales y bisexuales es anticuada y discriminatoria, pero lo más importante es que nuestro país experimenta a menudo la escasez crónica de sangre y estamos rechazando a donantes sanos”, señaló el asambleísta demócrata Richard Bloom, promotor de la propuesta en el senado estatal.
En 1983, la Administración Federal de Drogas (FDA, en inglés) prohibió a los homosexuales donar sangre.