En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, Velásquez abandonó la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, en el departamento de Boyacá, centro de Colombia, pasadas las 21h00 horas, en una caravana de vehículos aparentemente con destino a Bogotá.

 

Un funcionario de la Defensoría del Pueblo, organismo al que “Popeye” le pidió ayuda para garantizar su vida cuando saliera de prisión, confirmó que, efectivamente, el preso salió de la cárcel de Cómbita.

Velásquez, uno de los pistoleros más sanguinarios del cártel de Medellín, recibió el pasado viernes de un juez la orden de libertad condicional al haber cumplido tres quintas partes de su condena.

Desde el pasado fin de semana la Policía y el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) habían reforzado la vigilancia en el penal y sus alrededores a la espera de la salida de alias “Popeye”, que finalmente se concretó el martes.

 

FAMILIARES. Alias “Popeye” ha reconocido varias veces que asesinó directamente a, por lo menos, 300 personas y que como jefe de los matones de Escobar coordinó alrededor de 3.000 homicidios más en los años 80 y 90, como parte de la guerra del cártel de Medellín contra el Estado colombiano y contra mafias rivales.

Ahora ante la salida de ‘‘Popeye’’ los familiares de varias víctimas se han pronunciado. 

Gonzalo Rojas, hijo de una de las víctimas del atentado del avión de Avianca (que dejó 107 personas muertas y fue adjudicado al cártel de Medellín), aseguró que alias “Popeye” tiene una deuda con la familia de sus víctimas en hechos que han quedado inconclusos y en la impunidad. 

“Realmente no se han podido esclarecer muchos crímenes, si bien se pudieron aclarar algunos, como el de Luis Carlos Galán, alias ‘Popeye’ ha dado sólo algunas declaraciones sobre el atentado que nos quitó a nuestros familiares y quedando libre nos tendremos que conformar con la impunidad, hay muchos que no han pagado por ese atentado”, aseguró Rojas.

En tanto, Andrés Villamizar, director de la Unidad de Protección y una de las víctimas del acusado, señaló que “mi familia y yo somos víctimas directas de alias ‘Popeye’. Pero si alguien en Colombia ha pagado es él”, por lo que ve conveniente la medida y reconoce que en el país no existe la pena de muerte.