. Comenzando con la participación histórica en la formación de la nacionalidad ecuatoriana, al haber sido sus aborígenes identificados como los indios Caras, los que, imbuidos con su espíritu guerrero y de conquista avanzaron hacia el interior y divulgando su cultura ancestral fueron incorporándose a otros pueblos aborígenes y llegando finalmente a conquistar el famoso Reino de Quito, formando así una nueva generación de razas, a la que más tarde llegaron los Incas y luego los españoles, para finalmente formarse lo que es hoy el Ecuador.

Con este preámbulo queremos llegar al siglo XX periodo en el cual y por ser reciente, está en la memoria de los habitantes de Bahía de Caráquez, la participación de los hijos de esta ciudad en las diversas  ramas deportivas  en las que por mucho tiempo se estuvo en primer plano no solamente dentro de Manabí, sino también en el país. Tal es el caso del fútbol, del básquet, del tenis, para citar estos deportes populares.

En fútbol siempre se sobresalió con deportistas reconocidos a todo nivel.  Bahía de Caráquez fue un rival de primera línea, habiendo producido futbolistas que llegaron a integrar la selección nacional y los principales equipos cuando surgió el profesionalismo en el Ecuador. 

Son de recordación permanente “ñañá” Marín, “chinche” Rivero, Carlos Alume, “capacho” Jiménez, Víctor y Pepe Vaca, los Viera, los Zambrano, los Jama.

En básquet sucedió algo parecido, habiéndose tenido estrellas como “panameño” Rivero, Maraqueta, “chato” Mejía, Leonardo Viteri, Lucho Velasco, entre otros.

El tenis fue otro de los deportes que llenó de glorias a Bahía de Caráquez con Blas Uscocovich, Luiggi Ratti, Paco Barrezueta, Atilano García y fue tanta la trascendencia  en esta rama deportiva, que en la cancha del Bahía Tenis Club se presentaron en una de sus visitas al Ecuador las estrellas mundiales Pancho Segura y Frank Parker, por entonces los dos mejores en el ranking mundial.

Los mejores equipos de fútbol y básquet del Ecuador pasaron por  Bahía de Caráquez, así como los mejores tenistas ecuatorianos. Hoy rememoramos estos acontecimientos lo que nos hace pensar con nostalgia en esos tiempos “idos y no volvidos”.