Actualizado hace: 938 días 19 horas 10 minutos
Eduardo aráuz fernández
No al enlatado

El pretendido enlatado de reformas constitucionales que se cocina en la legislatura a spaldas del pueblo ecuatoriano, no es más que un retroceso a lo peor del horroroso pasado que tanto se criticó y que sirvió éxistosamente de caballo de batalla a los actúales ejecutivos del poder.

Martes 29 Julio 2014 | 04:00

Resulta risible e inadmisible que quienes están obligados a saber que los derechos y garantías sólo son posibles cambiarlos consultando al soberano, lo desconozcan. 
Comprueba y demuestra ésta desaguisada ignorancia que a la legislatura llegaron políticos que jamás por sí sólos lo hubiesen conseguido, y que la plancha cobijó a cualquier improvisado. 
Por favor, entiendan que si se quiere reformar ésta constitución que graciosamente iba a durar 300 años (me río), en términos estructurales, se tiene que acudir a la consulta. Será que el poder ya advirtió que “Juan” abrió los ojos y ahora ya no resulta fácil cuentearlo, por eso no es conveniente tomarlo en cuenta!. Aún entontecidos como están con los bastones de mando, han advertido que no se puede engañar todo el tiempo al pueblo ecuatoriano, para muestra ese botonazo del 23 de Febrero.
Ecuador tiene que tomar la decisión de reaccionar, si no lo hacemos tenemos que reconocer que no somos otra cosa que el resultado de nuestras fortalezas y debilidades. Quienes tenemos un espectro con un mayor razonamiento debemos preocuparnos por ayudar a quitar la venda de los ojos, a los que aún la tienen y son incapaces de ver la solapada realidad de lo que se pretende consumar.
La manoseada Constitución actuál apenas tiene algo así como seis años de vigencia; por qué en tan poco tiempo mucho de ella ya no les sirve?. Como debe reírse ahora el economista Alberto Acosta, a quien lo destronaron en Montecristi:, como Presidente de la Asamblea Constituyente, sólo por el pecado de estudiar, analizar y socializar de manera pausada, inteligente y democrática la nueva carta magna. ¡Cuánta razón tuvo Alberto Acosta!
Nadie desconoce que la verdadera cereza del pastel o mejor dicho del enlatado, es la reelección indefinida, el resto de cambios es como en la tercena: buche, hueso y relleno… 
Preguntémonos ecuatorianos;¿en qué ámbito del mundo la reelección indefinida puede ser democrática?. Por el solo hecho de no contar con una alternativa de recambio, por no haber logrado un sucesor político, no se puede distorsionar la democracia con un indignante manoseo a la madre de todas las leyes.
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