El secretario de Seguridad Nacional (DHS), Jeh Johnson, explicó en una rueda de prensa que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por su sigla en inglés) lanzaron esta operación el pasado 23 de junio.
La operación, que durará 90 días, ha permitido arrestar durante el primer mes a 192 traficantes de personas ("coyotes") y sus asociados, bajo cargos por delitos penales; además, las autoridades se han incautado de 625.000 dólares de 288 cuentas bancarias, pertenecientes a organizaciones de trafico de drogas y de personas.
Johnson quiso reiterar el mensaje que ha lanzado el Gobierno de Estados Unidos con viajes como el que realizó el vicepresidente, Joseph Biden, y el propio secretario de Seguridad a Guatemala, donde se han entrevistaron con los líderes centroamericanos.
"Nuestras fronteras no están abiertas a la inmigración ilegal y, si vienen de Centroamérica, de Guatemala, Honduras o El Salvador, les mandaremos de vuelta", aseguró.
El Gobierno estadounidense se enfrenta a un aumento de la inmigración irregular procedente de estos tres países, sobre todo con un incremento de la llegada de menores sin compañía de un adulto, que en los últimos diez meses superaron los 57.000 y podrían alcanzar los 100.000 a fines de 2014.
Johnson, acompañado del fiscal general adjunto, James M. Cole, reiteró ante los medios el peligro que supone hacer un viaje en el que se exponen a ser secuestrados, sufrir malos tratos y abusos sexuales, y enfatizó en la falsedad de la información que hacen circular los "coyotes".
"No hay permisos una vez que un inmigrante ilegal llega a Texas", enfatizó.