La “novelería pasó”, señaló Galo García, taxista portovejense.  Él menciona que de cada 10 carreras que hace, en una sólo le piden poner el taxímetro.

 De igual manera piensa Gabriel Saltos. Él dice que la gente está acostumbrada a pagar la tarifa de siempre. 

“Si es una carrera corta pagan un dólar. Si es larga hasta dos dólares”, cuenta. 

Él dice que cuando recién se instaló el taxímetro sus usuarios le exigían ponerlo, ahora ya se olvidaron.

Jeanina Álvarez, de la empresa Sumitrag, comenta que al lugar aún llegan los taxistas a reparar los taxímetros, pero con menor intensidad. “Antes llegaban alrededor de 50 a la semana, ahora son 20”, asegura.

También dice que la mayoría de veces llegan a arreglar el daño cuando se enteran que habrán operativos.

Operativos. El jueves pasado la Jefatura de Tránsito en conjunto con la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) realizaron operativos en la ciudad.

René Cañar, jefe de Control de Tránsito y Seguridad Vial de Manabí, explica que en el operativo se sancionaron 20 choferes, pero ninguno por no usar taxímetro.

Él dijo que a la Jefatura de Tránsito no le compete si el taxista usa o no el taxímetro, sólo verifica si lo tiene instalado.

Fuentes de la ANT aseguraron que sí se sancionaron taxistas en el operativo por no tener encendido el taxímetro. 

De 85 vehículos revisados, 20 fueron sancionados (de 17 cooperativas).

Esto, según Cañar, es en parte responsabilidad del usuario, pues no exige que lo encienda.  “Si el chofer ha hecho un trato con el cliente no se lo puede multar”, dijo.

La sanción para los choferes que no usen el taxímetro las 24 horas y no lo tengan en un lugar visible, según el artículo 141 de la Ley de Tránsito, es del 15% del salario básico ($51) y la reducción 4.5 puntos en la licencia de conducir.