De los 1.350 extranjeros chinos que trabajan en el proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair en el Oriente ecuatoriano, Jiao es de los pocos que desean aprender el español.

Él lleva tres años en Ecuador, y en octubre se irá de vacaciones a su país, donde permanecerá 50 días.

La vida de Jiao y la mayoría de los chinos se resume en trabajo y mucho Internet. Sólo algunos juegan baloncesto. La diferencia del idioma hace que no se relacionen con los ecuatorianos.

Alexandra Lucano es una quiteña que labora en el departamento de Asistencia Social del proyecto hidroeléctrico. Es el nexo entre los trabajadores y el área médica. Ella dice que cuando un chino se enferma, los traductores sirven para conocer la dolencia, y cuando no los hay, los gestos ayudan.

EN EL PROYECTO. La central Coca Codo Sinclair, que en el 2016 entrará en funcionamiento, está ubicada a cuatro horas de Quito, en la vía Baeza-Lago Agrio. Su infraestructura tiene al momento un avance del 65 %. En la obra, encargada a la empresa china Synohidro, trabajan 6.896 personas. El 19,58 % es de nacionalidad china, y el 80,42 % ecuatoriana. 

En mayo, en la última visita del vicepresidente Jorge Glas al proyecto, en el acto oficial, algunas chinas se vistieron con el traje tradicional que es el qipao, un tipo de vestido con cuello cerrado y aberturas laterales, símbolo de belleza femenina.

Entre un grupo de chinos estaba el ecuatoriano Iván Núñez. No sabe el mandarín, pero un traductor le ayuda a comunicarse.

Coca Codo Sinclair es la mayor planta hidroeléctrica de Ecuador, que se construye al paso de un río de la Amazonía, funcionamiento en enero de 2016.