Tres años y medio después de retirarse de Irak, y dos años y medio tras haber ganado la reelección sobre la idea de que había terminado con ese conflicto y Al Qaeda estaba colapsándose, Barack Obama ha abierto la puerta a una nueva intervención de Estados Unidos en ese país para frenar a los ultrafundamentalistas que combaten a 100 kilómetros de Bagdad.