Sus padres fueron don Oswaldo Zavala Arbaiza, manabita; y su señora madre doña Ana Cristina Baquerizo German. Ellos prodigaron sus afectos e impulsaron a sus hijos a educarse y la vocación de Jorge fue la jurisprudencia y la cátedra. Eximio estudiante, dirigente estudiantil, luchador por los derechos ciudadanos, fue militante del Liberalismo Radical, electo Legislador por Guayas en 1956 – 58, candidato a la Vicepresidencia de la República en 1968 en binomio con el Dr. Andrés F. Córdova.
El Dr. Zavala fue electo Vicepresidente y el Dr. Velasco Ibarra, Presidente, lo permitía el sistema electoral. Velasco no incluyó en el Gabinete al Vicepresidente, y así transcurrió hasta que Velasco fue destituido.
Para octubre de 1987 el Dr. Zavala Baquerizo es elegido Diputado por la I.D. en la lista nacional de este partido y fue electo Presidente del Congreso Nacional. Tribuno a toda prueba, en su campaña recorrimos todo Manabí; y estando en Jipijapa debíamos visitar Julcuy. En los altos cerros, alguien opinó que allá no habían muchos electores y mejor era ir a otros lugares. El Dr. Zavala expresó: “No señor, vamos a Julcuy, también sus pocos habitantes tienen el derecho de oír nuestro mensaje de justicia social”.
Años después recorríamos Las Tunas, Puerto Cayo y Machalilla, legalizando las tierras a sus comuneros ancestrales. Ahí expresaba júbilo. Jipijapa y Manabí lo designaron Hijo Ilustre y un paseo de la Sultana del Café tiene su distinguido nombre.
Exigente en la exactitud del tiempo y la aplicación de la ley, demócrata a tiempo completo, su voz con autoridad de ciudadano ético exigía la irrestricta vigencia de la división y respeto de los poderes constituidos. Fue miembro de innumerables entidades nacionales e internacionales en esta materia; maestro impecable, autor de numerosas obras sobre Derecho, entre ellas el Proceso Penal Ecuatoriano y La Pena, utilizadas internacionalmente dentro de la academia. Recibió los más altos homenajes en el país, siendo merecedor a la Gran Cruz a la Orden Nacional al Mérito. Fundador de la U. Vicente Rocafuerte. En su matrimonio con doña Carolina Egas procrea 4 hijos, que son igual altos exponentes de la abogacía, honrando la estirpe sembrada por este ecuatoriano de dos siglos que convirtió en un rito llegar a su oficina diariamente a pie, recibiendo el saludo fraterno y admiración afectiva de miles de sus connacionales.