"Es un premio que me da el fútbol, que me da la vida, dirigir a Barcelona", dijo Israel tras su primer entrenamiento con el equipo guayaquileño, del que se hizo cargo hoy tras la salida del argentino Carlos Ischia.
Israel esperará conocer a la plantilla para decidir qué refuerzos contratar, con la intención de pescar una clasificación a algún torneo internacional.
"No hemos hablado de refuerzos, todo nombre que salga es producto de la especulación" dijo y continuó: "La idea táctica se armará según el plantel que tenga. No prometo copas (Libertadores o Suramericana), sino trabajar con honestidad".
La llegada de Israel al Barcelona era miércoles una probabilidad, pero se convirtió ayer en realidad con la presencia del uruguayo al frente del equipo, con el reto de intentar sacarlo de la crisis futbolística que atraviesa.
El técnico también dijo que "más allá del dinero, será un reto mejorar el momento del futbolístico del equipo a través de un trabajo honesto".