Julio Tapia, quien trabajó junto al “Padre Paco” por 21 años en el antiguo Hogar Infantil Francisco Pólit, en el cual monseñor Vera fue director, recuerda que era un hombre excepcional y muy querido.
La misma opinión la comparte su sobrino Byron Joza Vera, quien añade que era “un hincha a muerte de Liga de Portoviejo”.
Vera escogió como lema de su episcopado “Padre, Tú en mí y yo en Tí”, dice Joza.
Por su parte, Vicente Saltos, vicario general de la Arquidiócesis, expresa que el legado que deja monseñor Vera es su fidelidad y el servicio que tenía con los demás.
“Su sencillez, firmeza y claridad hacía entender la palabra de Dios a todas las personas”, indica Saltos.
Se prevé que el día de hoy llegue el resto de los obispos de todo Ecuador.
A las 10h00 se desarrollará la misa y sepelio en la iglesia Catedral donde sus restos serán sepultados.