Hace cuatro años el entonces gerente de la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM), Patricio Zevallos, cuestionó la ubicación de la estación (al pie del mar). Dijo que fue una obra “antitécnica”, debido a que afecta el turismo del balneario, y no se equivocó. La semana pasada se registró la rotura de tres tuberías que transportan aguas negras hasta la estación. Las descargas contaminaron una parte de la playa.   

La estación fue hecha en el 2003 por la administración del entonces alcalde Jorge Zambrano.  

Zevallos anunció en el 2010 la reubicación hacia una zona alta de Barbasquillo, cerca a la escuela de pesca, pero el tiempo pasó y de esta propuesta sólo el estudio quedó listo. 

No se ejecutará. Zevallos ahora se desempeña como jefe técnico de la EPAM. Explica que la reubicación de la estación se pretende concretar con el préstamo de los 100 millones de dólares que el municipio tramitó al Banco Mundial. Para esto la EPAM debió presentar el estudio final del proyecto (reubicación de la estación Umiña) al Banco Internacional. Los recursos fueron aprobados, aunque aún no han sido asignados debido al futuro cambio de autoridades municipales y funcionarios administrativos de la EPAM. Lo que se conoce hasta el momento en la empresa pública es que este proyecto no se ejecutará. Serán los nuevos administradores de la ciudad los que decidan sobre el futuro de la estación y la playa El Murciélago.  

“El estudio y financiamiento quedó listo. Ahora dependerá de las nuevas administraciones concretar la reubicación de la estación Umiña”, recalca Zevallos.  

Mientras este proyecto espera, la playa El Murciélago sufre de reboses de aguas negras en varios tramos.