Expuesta mi definición, permitidme recordaros que los “atrasapueblo”, no pertenecen únicamente a la especie humana contemporánea. ¡No! Los susodichos han existido siempre. Y en todas partes. Son pocos. Muy pocos. Pero (el infaltable), ¡cómo joden!

Encontramos un ejemplar típico de “atrasapueblo” en el Génesis (4:22) del Antiguo Testamento. Vayan a verlo en la película “Noé”. Se llama Tubalcaín. Nieto de Caín (hijo de Adán y Eva). Envidioso, rencoroso, mala sangre, se opone a la construcción de la Gran Arca ordenada por Jehová para preservar la vida de Noé y su familia. Así como también de toda especie animal que puebla la Tierra antes del Diluvio Universal.

Tal es la aberración enfermiza de Tubalcaín (típico “atrasapueblo”), que intenta asesinar a su primo Noé y hundir la nave… sin lograrlo. Y prefiere morir en el intento. Gracias a lo cual (designio divino), hombres, mujeres y bestias nos hemos reproducido, lo cual me permite hoy escribir esta nota, y a vosotros… leerla.

La Torre Eiffel construida (1887-1889) por Gustave Eiffel, fue calificada por famosos escritores de la época: Guy de Maupassan y Alejando Dumas hijo, como “absolutamente ridícula que domina París como una gigantesca chimenea de fábrica”. Hoy es el mayor atractivo turístico del mundo: ¡Siete millones de visitantes/año!

El sistema ferroviario lo construye Eloy Alfaro con gestión financiera del gringo Archer Harmman, pese a la  oposición del clero y de Lizardo García y Leonidas Plaza (presidentes de la República en su momento).

De ahí que las palabras del alcalde Estrada en el acto de entrega-recepción del Complejo “Tohally”, constituyen un contundente remezón que debe servir de INRI para quienes se sientan aludidos (e identificados): “Existen voces contrarias sobre el proceso de permuta de los terrenos con las viejas instalaciones, siempre existirán los atrasapueblo, sin embargo, todo se hizo como la Ley manda y ahora entregamos esta infraestructura que beneficiará a los mantenses, manabitas y ecuatorianos…”

Y culmina Pepe Pancho: “Me sorprende que gente de Manta que dice querer a la ciudad, se oponga al desarrollo del deporte. Esperamos que estas disputas terminen”. 

¡Que así sea!