Esta mona aulladora tiene apenas dos meses de edad y en términos humanos es prácticamente una niña. Llegó casi recién nacida al centro de rescate animal de la Universidad Técnica de Manabí (UTM) hace más de un mes, rescatada por la Policía en Pedernales.

Todos los días es amamantada con leche de vaca enriquecida con vitaminas y hace poco la sacaron de su jaula para que entre en fase de “adaptación”.

Carlos Solórzano, responsable del centro, explica que debe integrarse con los otros cinco monos aulladores que andan libres en el lugar. Debe aprender a valerse por sí sola, a reconocer peligros, identificar y buscar alimento.

Se calcula que Rose sólo dentro de un año y medio podría estar lista para ser liberada en algún bosque. Sin embargo, su futuro es incierto ahora que el centro de rescate dejará de existir. 

 

Decisión. Vicente Véliz, rector de la UTM, anunció el cierre del Centro de Rescate y Rehabilitación de Vida Silvestre “Nuestra Fauna”, que ha funcionado por más de 10 años y que ahora aloja a 156 animales de todo tipo.

El funcionario explicó que la medida se toma debido a que la existencia del centro como tal no está vinculada a los objetivos actuales de la entidad, incluso en la Facultad de Veterinaria y Zootecnia no se desarrollan estudios de vida silvestre, agregó. Además, con la medida se busca salir bajo la tutela del Ministerio del Ambiente (MAE), que controla estos espacios. 

“La universidad no ha comprado, capturado o solicitado nunca un animal. Todos han sido entregados por el Ministerio del Ambiente, la Policía o los ciudadanos”, dijo Véliz.

El rector reconoció que el centro de rescate ha sido una carga para la entidad, representando gastos por entre dos mil y tres mil dólares al mes.

Desde el primer día laborable de mayo -dijo Véliz- se hará el cierre, que iniciará un proceso donde los animales serán entregados al MAE y luego serían llevados a distintos centros de rescate del país. “Estamos dispuestos a ayudar con vehículos. En todo caso no es un problema nuestro, no es una preocupación nuestra sino de ellos (MAE)”, dijo Véliz.

Un equipo de este rotativo buscó la versión del MAE sobre este tema, pero prefirieron no pronunciarse.

 

Servicio. En sus más de diez años de servicio se calcula que más de dos mil animales han sido ayudados en el centro de rescate. Cada mes llegan unos 20, pero la mayoría puede ser liberado casi de inmediato. Otros, unos cinco u ocho, se quedan alojados para ser rehabilitados.

Esto significa un proceso donde son estudiados, les hace exámenes, y pasan por distintas etapas para que retomen sus habilidades para desenvolverse en la naturaleza.

En más de una década de servicio han pasado por el Centro de Rescate todo tipo de monos, aves, mamíferos anfibios y reptiles.

 

CRÍTICA. Antonio Pico, gestor ambiental desde hace décadas, dijo que el cierre del centro de rescate genera un problema grave para la gestión ambiental.

El activista señaló que el lugar reunía las condiciones para que allí sean rehabilitados los animales que se rescatan en toda la provincia.