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Primera zona
Primera zona
Por: Arturo Ceballos Delgado

Miércoles 16 Abril 2014 | 04:00

En diciembre del año 2010 se promulgó el Código Orgánico de la producción, comercio e inversiones, El 19 de noviembre del 2011 el Sr. Alfredo Saltos Guale escribe en El Diario lo siguiente: “La mayor deficiencia es el nulo avance de las denominadas zonas de desarrollo, hasta ahora no se conoce la existencia de ninguna de ellas, pese a que su formación como destino aduanero y en cumplimiento de objetivos ambientalistas, sociales, laborales, de impulso a las exportaciones, las convierte en un instrumento idóneo para fomentar las inversiones, etc., etc., tendrán preferencia a áreas cercanas a puertos, aeropuertos y circunscripciones que no sean Guayaquil o Quito”.

 Obviamente se referían a Manta y sus alrededores como la primera de dichas zonas, para lo cual se requeriría la ampliación de la pista del aeropuerto, del rompe olas, de los muelles internacionales de aguas profundas, del dragado y de las carreteras de acceso para las importaciones y exportaciones.

La otra cara de la moneda es que los mantenses sabemos que nuestras obras  portuarias se lograron gracias a la lucha sacrificada de muchos, que con sudor y sangre lograron ser oídos en la capital después de paros y demostraciones, ya que, como ahora, el bi-centralismo fue y es el manto oscuro que  nos niega el anhelo y el sueño de ver convertida nuestra ciudad puerto en el motor energizante del comercio, la industria y la economía no solo de Manta, sino también del resto de Manabí.  
A pesar de estos impedimentos, el espíritu emprendedor de los mantenses ha convertido a la ciudad en el primer puerto pesquero del Pacífico con una floreciente industria que requiere la ampliación de los muelles de aguas profundas para alojar a su flota pesquera, que con merecen el espacio de muelles que deben compartirlos con los que deben también acoderar para que la carga de las industrias mantenses y los productos agrícolas tradicionales, salgan por nuestro puerto, que debe permanecer  autónomo y no sujeto a la avenencia de un funcionario radicado en Quito. 
Seguimos pensando que toda política que nos afecte debe solucionarse y discutirse localmente. 
En diciembre del año 2010 se promulgó el Código Orgánico de la producción, comercio e inversiones,  
El 19 de noviembre del 2011 el Sr. Alfredo Saltos Guale escribe en El Diario lo siguiente: “La mayor deficiencia es el nulo avance de las denominadas zonas de desarrollo,  hasta ahora no se conoce la existencia de ninguna de ellas, pese a que su formación como destino aduanero y en cumplimiento de objetivos ambientalistas, sociales, laborales, de impulso a las exportaciones,  las convierte en un instrumento idóneo para fomentar las inversiones, etc., etc., tendrán preferencia a áreas cercanas a puertos, aeropuertos y circunscripciones que no sean Guayaquil o Quito”.
Obviamente se referían a Manta y sus alrededores como la primera de dichas zonas, para lo cual se requeriría la ampliación de la pista del aeropuerto, del rompe olas, de los muelles internacionales de aguas profundas, del dragado y de las carreteras de acceso para las importaciones y exportaciones.
La otra cara de la moneda es que los mantenses sabemos que nuestras obras  portuarias se lograron gracias a la lucha sacrificada de muchos, que con sudor y sangre lograron ser oídos en la capital después de paros y demostraciones, ya que, como ahora, el bi-centralismo fue y es el manto oscuro que  nos niega el anhelo y el sueño de ver convertida nuestra ciudad puerto en el motor energizante del comercio, la industria y la economía no solo de Manta, sino también del resto de Manabí.  
A pesar de estos impedimentos, el espíritu emprendedor de los mantenses ha convertido a la ciudad en el primer puerto pesquero del Pacífico con una floreciente industria que requiere la ampliación de los muelles de aguas profundas para alojar a su flota pesquera, que con merecen el espacio de muelles que deben compartirlos con los que deben también acoderar para que la carga de las industrias mantenses y los productos agrícolas tradicionales, salgan por nuestro puerto, que debe permanecer  autónomo y no sujeto a la avenencia de un funcionario radicado en Quito. 
Seguimos pensando que toda política que nos afecte debe solucionarse y discutirse localmente. 
 
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