El Gobierno de Ecuador condena “la campaña difamatoria” que, a su juicio, desarrolla “la empresa petrolera Chevron” contra el estado ecuatoriano, en un conflicto que desde el principio, insiste, ha sido un asunto privado.
“El estado de Ecuador se está defendiendo de las acusaciones de la petrolera Chevron, que ha gastado 400 millones en una campaña de desprestigio contra el país, acusándole de una contaminación que ellos causaron”, afirmó el viceministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Leonardo Arízaga.
“El conflicto comienza entre privados, entre los colonos e indígenas afectados por la contaminación y la compañía, y en todo ese proceso el estado no interviene. Siempre ha sido un juicio entre privados”, sostuvo.