“En una relación de pareja cuando el amor es verdadero, ambos sufren, es independiente del género”, dice Margarita Cedeño, psicóloga.

Sin embargo, para Sonia Macay existe otra teoría. “En general se dice que la mujer es la que sufre más, pero yo diría que más bien lo expresa más, ella llora, se deprime y se desahoga con sus amigas. En cambio por lo general, cuando el hombre sufre y no puede llorar, se pone agresivo o a la defensiva”, detalla.

Además asegura que ante una ruptura, quien se lleva la peor parte es el varón, en el supuesto que esté realmente enamorado y peor aún si es por una infidelidad de ella, por ejemplo. “Las mujeres si bien sufrimos mucho tenemos el consuelo de las amigas del alma, de las hermanas, parientes que se identifican con una. Podemos descargar nuestro dolor sin pena ni vergüenza. Al hombre le cuesta demostrar sus sentimientos”, expresa. 

SILENCIO. Macay piensa que los estereotipos rígidos del varón como “macho” o por el temor a las burlas hacen que trate de esconder el problema. En ese esquema social de jefe de familia y protector, una denuncia de agresión significaría trastocar los roles establecidos, donde se supone que el varón es el que “lleva los pantalones”.

VIOLENCIA. Para la especialista Cedeño, es importante reconocer que los hombres también pueden ser víctimas de violencia, no es una situación exclusiva de las mujeres y además se revictimizan y exageran la situación, también hay un alto porcentaje de hombres que son maltratados por sus parejas.

En la Unidad de Violencia Contra la Mujer y la Familia de Portoviejo se ha registrado desde el 2013 hasta lo que va del año 65 denuncias de hombres maltratados. Así lo detalla Adriana Maldonado, jueza B de dicha Unidad. Para ella, ante la justicia no se ve el género. “Siempre  que se viole algún derecho se debe castigar, ya sea de parte de un hombre hacia una mujer, o al revés”, comenta.

Para Macay la violencia psicológica es tanta o más dañina que la violencia física o sexual. El maltrato más común que sufren los hombres es psicológico y sutil, basado en la humillación y la manipulación.