Hasta hace poco tiempo estar en pareja o casado era el mejor estado y los que se salían de esta norma eran los ‘solterones’ y las ‘solteronas’. Hoy en día se ha convertido en una opción más de vida; es decir, una elección personal. 

Para Ariana Intriago, ser soltera es la mejor forma de encontrarse consigo misma. “Todos necesitamos espacio para uno mismo, momentos de diversión con amigos y no dar explicaciones a nadie”, dice.

Igual comentario comparte Valentina Bravo, estudiante. “Estuve en una relación de tres años y terminamos. ¿Qué gané? Nada. Solo perdí mi tiempo. Ahora llevo un año sola y me siento bien”, detalla.

Margarita Cedeño, psicóloga, considera que el estar solo permite conocerse a uno mismo, sus defectos, virtudes y además, ayuda a aceptarse tal y como es. “Cuando una persona ha estado en pareja y terminan, lo mejor es estar solo un tiempo para ver en qué falló y no cometer más errores”, dice.

Además aconseja que las personas que han decidido estar solteras y las que lo están “provisoriamente”, aprendan a manejar la soledad, una gran compañera, pero que puede convertirse en el peor enemigo. Hay muchas personas casadas que se sienten solas, por lo que la soledad no es solo patrimonio de solteros.

Soledad. Estar con alguien no es sinónimo de compañía.

Según Ángela Mero, psicóloga, el temor a la soledad y a la soltería lleva a mantenerse en relaciones malas o a conformarse con parejas que no producen felicidad.

“Primero, uno tiene que quererse, para luego querer a la persona que está junto a uno. Solo por estar acompañado uno no debe buscar una pareja”, explica.

Además asegura que la soltería puede ser una oportunidad para crecer, controlar la conducta y tener experiencias vitales importantes diferentes a las de vivir en pareja.