Sus prioridades son tres: construir la nueva planta de agua potable para Rocafuerte y el mercado central, cuyos estudios ya están contratados con financiamiento del Banco del Estado, y realizar los estudios y la obra de la terminal terrestre. 

Agregó que cuando Rocafuerte tenga agua y alcantarillado se concentrará en las calles, para lo cual el servicio tendrá que ser eficiente pues con la tasa de recuperación se podrá invertir en regeneración urbana.

En lo que tiene que ver con agua dijo que solicitará al Presidente de la República que se considere a Rocafuerte para una conexión directa desde el acueducto La Esperanza-Refinería del Pacífico para dotar del líquido a la población.

Transisión. Zambrano señala que conversó con el alcalde Roque Rivadeneira para iniciar el proceso de transición, y que espera que no haya nuevas contrataciones para que no se comprometa más recursos y pueda iniciar su administración sin inconvenientes. También le pidió que no contrate más personal ni emita nuevos nombramientos, puesto eso genera gastos que bien pueden ser reinvertidos en obras.

Está consciente de que hay mucho por hacer y dice que la promoción turística se contempla en su plan, especialmente para San José de las Peñas, lugar que recibe a decenas de devotos de la Virgen y que requiere ser mejorado, con una vía en buen estado y atractivos adicionales. Igual prioridad la tendrá El Ceibal, balneario de agua dulce que en feriados congrega a centenares de turistas de la provincia.

VÍAS. Rocafuerte es un cantón eminentemente agrícola, por lo que la construcción de vías que comuniquen a las zonas productivas será coordinada con el Gobierno Provincial de Manabí.  Con esta entidad y con la Secretaría Nacional del Agua tenemos que gestionar el uso del agua para riego porque esta zona produce mucho en ciclo corto y arroz que necesitan agua permanente.