David Ledesma Vázquez (1934-1961) fue hijo de un magistrado, hermano de un héroe de guerra, alumno del colegio Vicente Rocafuerte. Se convirtió en uno de los poetas más importantes, pero, al mismo tiempo, en el más desconocido. Colaborador habitual de la prensa guayaquileña y de medios internacionales. Autodidacta y viajero. Se desempeñó como locutor de radio y actor de teatro. Tragedia Ledesma se suicidó con apenas 27 años, desde entonces pertenece al linaje de los vencidos por el espacio, los poetas suicidas de la literatura ecuatoriana. La poesía de Ledesma fue una lectura de culto durante mucho tiempo, fluyó subterráneamente entre los conocedores de su leyenda hasta propagarse como un virus. Esta es la primera edición con la cual la Casa de la Cultura Ecuatoriana, pone a disposición del lector su obra completa. En una parte del prólogo de este libro, el escritor César Vásconez Romero, afirma: “Desde el comienzo el poeta nos sorprende por sus temas y su forma de desarrollarlos: la muerte, el deseo imposible y el hastío se ciernen sobre todo lo existente; su voz poética va de la melancolía a la ira por esa vida opaca. Nadie es más sensible que él frente al ominoso paso del tiempo, no sólo en sí mismo, en todo cuanto lo rodea, la muerte ronda su escritura desde el comienzo: Tal vez me late la semilla oscura / potente y majestuosa de la Muerte”.