Destaca la nutricionista Magdalena Véliz que los jugos benefician al humano siempre y cuando se consuman de  una manera idónea.

“Es real que los jugos de frutas deben formar parte de los componentes que cada individuo debe consumir a la hora de alimentarse. Sin embargo es necesario tener presente que para que haya nutrición por parte de estos, el jugo debe ser preparado al momento en que se va a consumir, ya que así, no se pierden  las propiedades, vitaminas y minerales  que dan al organismo”, dice.

Asegura la profesional que dejarlos reposar por mucho tiempo crea que los nutrientes que proporcionan no sean tan efectivos y en algunos casos se pierdan.

La mayoría de jugos cítricos como el limón, naranja y toronja ayudan a la dieta balanceada, así como a la hidratación y a la digestión.

 

mitos y verdades. Pero además de esta realidad, también aparecen algunos mitos en cuanto a su consumo.

Por ejemplo, el hecho de consumir el jugo de naranja no garantiza que un humano evitará la gripe.

Sonia Cevallos, de profesión nutricionista, así lo recalca.

Ella destaca que la vitamina C tiene efectos ‘muy positivos’ en el sistema inmunológico. Sin embargo, no está demostrado que un consumo habitual evite los resfríos: “ayuda a reducir el periodo de la enfermedad e, incluso, atenúa la intensidad de los síntomas, pero nada más”, refiere.

Otro mito es que los jugos empacados, que se dicen naturales, no lo son. Señala Cevallos que estos están compuestos con preservantes para ayudar a mantener su vida por más tiempo ‘y por lo tanto no aportan nutrientes ni vitaminas que se necesitan’.