Se conoce que la observación cubre los 22 cantones de la provincia, a través de sendas pantallas frente a las cuales están en vigilia quienes tienen la tarea de reportar cualquier novedad, percibida o denunciada a través de llamada telefónica, a la entidad de auxilio correspondiente.
Sin embargo, es preciso, por la misma importancia del servicio, que este sea sembrado mucho más, pues aún son bastantes los sectores que deben contar con este sistema que resulta mitigador de las acciones criminales.
Y considerando que es el Estado, representado ahora casi íntegramente por el Gobierno, el responsable del bienestar del país, debería el Ejecutivo emprender en la extensión de los “ojos” vigilantes en aquellos lugares donde la condición económica de los municipios o agrupaciones barriales impiden la colaboración requerida para su instalación.
Así, si no lograra evitar los hechos criminales, procurará que quienes los cometan sean aprehendidos y castigados, sentando precedentes disuasivos que podrían hasta erradicar la delincuencia en ciertos sectores.