Son cinco puestos en el mercado de mariscos que se dedican a vender pescado picado.
Los comerciantes aseguran que se vende más que el producto entero y coinciden en que, a pesar de la facilidad que ofrecen al cliente, la ganancia es apenas de 50 centavos más del valor original o precio en bruto. Es decir, que si la libra entera del pez merluza cuesta 2,50 dólares, esta misma especie picada en cuadritos para un ceviche se oferta en 3 dólares. La ganancia sería de 50 centavos más.
Carlos Arteaga, comerciante, dice que diariamente vende entre uno y dos quintales de pescado picado. Sus mayores clientes son gente de otras provincias. Argumenta que la gente se interesa más por el producto picado porque les ahorra tiempo y recursos al momento de preparar el ceviche. Las especies que más vende Arteaga son la guaba, merluza, wahoo y dorado. Arteaga labora con su esposa Germania de Arteaga.
La pinchagua. Carlos Anchundia compra cada día dos gavetas de pinchagua. Normalmente él ofrece 10 de estos pescados por 2 dólares.
Quien quiere llevar el producto picado, sólo debe cancelar 50 centavos más y Anchundia prepara las mismas 10 pinchaguas. Al final, el comerciante saca una tarrina llena.
Así, el producto está listo para ubicarle limón y un poco de ensalada. Aunque prefiere no revelar cifras, Anchundia dice que a diario vende “muchas” tarrinas con pinchagua. En el mercado hay tres puestos de estos.
La concha. María Hurtado ofrece 100 conchas por 16 dólares, pero si la gente desea llevar sólo la materia prima, las conchas son abiertas y ubicadas en tarrinas.
Por este trabajo se paga un dólar adicional.
Hurtado comenta que es poco lo que se cobra por abrir las conchas, pero sostiene que la gente no está dispuesta a cancelar un mayor valor.