Su cadáver fue encontrado ayer, a las 08h00, colgando de una soga, en los exteriores de la vivienda de sus padres en el sitio San Pablo, del cantón 24 de Mayo.
Digna Flores dijo que su hermano vivía en la parroquia Tarqui de Manta con su esposa Gloria Cedeño y se ganaba la vida como taxista.
“El sábado, a eso de las 16h45, llegó a mi casa en el barrio Jocay y me entregó su cédula y el certificado de votación. Me dijo que lo guardara por si acaso le fuera a pasar algo, luego se desapareció. No pensé que fuera a hacer algo malo”, explicó la hermana.
Desde ese instante la familia no volvió a saber nada más del taxista hasta el siguiente día.
Según los familiares, Hugo Flores desde hace algún tiempo les venía diciendo que cuando se
desapareciera lo busquen en la casa de sus padres en 24 de Mayo y efectivamente, al llegar la mañana del domingo sus allegados preocupados por su bienestar salieron a buscarlo y lo encontraron muerto en el lugar que les había indicado.
“En el lugar, junto al cuerpo encontramos un paquete de galletas y unas cervezas abiertas, además varias velas. Preparó su propio velorio”, comentó Digna Flores.
LA DESPEDIDA. Unos 15 días antes de que Hugo Flores decidiera acabar con su vida, su madre María Flores había llegado de Venezuela para pasar la Navidad y el fin de año junto a él y sus hermanos en su casa en 24 de Mayo.
“El día antes de encontrarlo muerto lo vi, lo abracé y le di la bendición. Fue un dolor terrible saber que mi hijo estaba muerto”, lamentó la madre.
Los hermanos del occiso dijeron que, según les comentó la esposa, el último día que lo vio en la casa almorzando, se puso a llorar desconsoladamente y sólo le dijo a su mujer que nadie sabe las penas que uno lleva, luego salió a la casa de su hermana y posteriormente, se fue a entregar el taxi, de allí nadie más supo de él.