Liga de Portoviejo, Manta, Independiente del Valle y la selecciones menores de Ecuador le han dado la oportunidad de mostrar su talendo en el rey de los deportes.

Antes de confirmar su vinculación al cuadro español, Parrales efectuó una prueba en el submarino amarillo, donde sorprendió al cuerpo técnico y a los dirigentes para que apuesten  en contratar sus servicios.

Sí, porque en el Sudamericano se abren muchas puertas. Hubo varios empresarios que estuvieron observando los partidos, lo que causo interés de varios clubes.

Sí, se firmó por seis meses con opción a renovar. Espero hacer las cosas bien para poder quedarme en este club y adaptarme para cumplir mi sueño de jugar en el fútbol europeo. El viaje está previsto para el  2 de enero. 

Es bueno, porque todos  nos llevamos bien, los jugadores y cuerpo técnico y todos nos manejamos con un solo propósito, un grupo positivo, porque la idea del club es formar a los jugadores para que ingresen al equipo de primera y a la vez poder venderlos a otros clubes. 

La verdad que sí me imaginaba llegar a un equipo, aunque no tan rápido, pero la oportunidad está ahí y solo queda aprovecharla, porque ahora todo dependerá de mí para seguir creciendo en el fútbol europeo.

Siempre el apoyo incondicional es la base fundamental para el buen desempeño en el trabajo día a día, porque hay días buenos y malos y ellos están siempre ahí. 

Es un ambiente de adaptación, donde los primeros días y meses son difíciles, pero es ahí donde se deben hacer los mejores esfuerzos y adaptarse para salir adelante.

Los entrenamientos son  como en toda Europa, al cuerpo técnico le gusta que los delanteros corran y sean muy movidos para que sean tomados en cuentas y para ganarse la confianza del “profe” y de los compañeros. 

Consolidarme en el fútbol europeo y poder marcar muchos goles y ganarme un espacio, y a la vez estar muchos años allá en España.

Hay muchos, pero siempre tengo un ídolo y un referente que es Martín Palermo, por sus goles y por su accionar dentro del campo de juego.