Lo hizo en el 2003 con Liga de Portoviejo y en el 2004 con Esmeraldas Petrolero. Nazareno tiene cerca de seis años en este torneo, comentó.

Ahora le tocó con Delfín.

En todos lo hizo como asistente técnico y preparador de arqueros. “El deber está cumplido, la satisfacción es tremenda”, confesó Nazareno.

Ver al Delfín ascendido este año lo tuvo siempre como objetivo y, pese a que por momentos la eliminación estuvo cerca, siempre tuvo fe en el grupo. “Por la experiencia que uno ya tiene en este campeonato, siempre confié en que este grupo iba a llegar”, dijo.

EN DOS LADOS. Nazareno ha estado todo el año en Delfín. Llegó con Gilberto Quiñónez y cuando éste se fue continuó en el equipo. Nazareno dijo que por ética también pensó en irse con Quiñónez, pero por un pedido de la dirigencia y el técnico Néxar Zambrano, se quedó. “Humildemente creo que demostré que no estaba acá para hacer daño, sino para sumar y aquí están los resultados”, expresó.

El esmeraldeño cree que Zambrano influyó más en el equipo en relación a Quiñónez por la personalidad de ambos. Señaló que Quiñónez exige profesionalismo “a rajatabla” dentro y fuera de la cancha; agregó que Zambrano exige profesionalismo, pero de forma distinta. “Él (Zambrano) da esa libertad que el jugador desea a veces para vivir otras cosas necesarias para que el ser humano fluya”, manifestó Nazareno.

CONTINUIDAD. Sobre la continuidad en el equipo para el 2014, Nazareno dijo que depende de la dirigencia. “Hay que ver si nos conviene, porque mi idea es traer a mi familia de Esmeraldas y tener estabilidad acá”, finalizó el asistente.

Nazareno está casado con Estrella del Rocío Tenorio, con quien ha procreado tres hijos: Juan Carlos, Matthew Aarón y Alexander Nazareno Tenorio.