H aré una pausa a la serie “El futuro es hoy” para reflexionar en algo que estoy seguro le va a hacer meditar. ¿Alguna vez ha pedido o demandado de Dios, en cualquier circunstancia que se encuentre, saber si es que verdaderamente él existe? ¿Le ha pedido a Dios sentir un poquito de que está a su lado y que no solamente somos un número más en la estadísticas estatales o seres que pasan por este mundo tal palito de fósforo que lo enciende y luego inevitablemente se apaga sin saber que es parte de un gran plan?
. ¡Yo siempre lo hago! Especialmente cuando veo las injusticias que la naturaleza causa al ser humano o entre nosotros mismos o a través de las consecuencias de las malas decisiones que tomamos y queremos encontrar una respuesta. De igual manera siempre inevitablemente Dios nos responde de una u otra forma. Lo que hace la diferencia es si lo queremos escuchar o no. Quiero compartir parte de una canción de navidad, “¿María sabías que .. ?” que escuche y pienso que podría ser una respuesta universal a nuestro dilema:
María, sabías que tu bebé Jesús caminaría sobre el agua,
María, sabías que tu bebé Jesús salvara la humanidad,
Sabías que tu bebé Jesús ha venido a renovar las fuerzas de aquellos que no pueden continuar.
María, sabías que tu bebé Jesús dará la vista al ciego,
María, sabías que tu bebé Jesús calmara la tempestad con su mano,
Sabías que tu bebé Jesús desde el cielo descendió, y cuando besas su mejilla besas el rostro de Dios…..
Solo le puedo pedir a usted que de cualquier forma consiga esta canción y la escuche en su totalidad y entenderá lo que le explicaré a continuación. Solo por un instante quiero que se olvide de los regalos de navidad, del pavo, del trago, de las culebras que le siguen o del amigo o jefe que no le ha pagado y se concentre solo en la última línea: ” …cuando besas su mejilla besas el rostro de Dios”. Dios a través de su palabra dijo que nosotros hemos sido creados a imagen y semejanza de él. Hemos escuchado que Dios es una reflexión de la naturaleza y de todo lo podemos palpar con nuestros sentidos. Entonces, esta noche, o mucho mejor todas la noches, cuando vaya a darle el besito de buenas noches a su bebé, y sienta sus labios sobre su suave mejilla, disfrútelo con un anhelo que ese momento se vuelva eterno y sienta nada más que la sensación de estar besando el mismo rostro de Dios.
Para todos quienes leen este diario, para las personas que hacen posible que este diario llegue a sus manos, a nuestros amigos, no tan buenos amigos, autoridades, a todos los que por un instante piensen en el verdadero sentido de esta fecha, les deseo una Feliz Navidad y el mejor de los años nuevos.
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