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PORTOVIEJO
"Nunca supe lo que era Navidad"

María (nombre protegido) no sabía lo que era una Navidad. Todos los recuerdos dolorosos de su pasado se van esfumado poco a poco y su mejor obsequio navideño es, sin duda, tener una verdadera mamá.

Martes 24 Diciembre 2013 | 09:00

Sus regalos anteriores nunca fueron muñecas ni barbies, son sucesos que ella prefiere no recordar. 
María reside en la fundación Casa Hogar de Belén junto con 45 personas que han sufrido la misma vulnerabilidad de derechos que ella.
Al contrario de María, Lilibeth, de 15 años, pregunta a diario  cuántos días faltan para la Navidad. 
Tanto ella como su  hermana de tres años llegaron hace 6 meses a la fundación. 
A Lilibeth, también nombre protegido, le gusta tocar la flauta y, a pesar de su retraso, lo hace muy bien. 
Gracias a la intervención de los alumnos de la Universidad Técnica de Manabí, los 45 niños y adolescentes del hogar pueden educarse musicalmente.
La fundación ahora cuenta con un coro y flautistas.
“Debo admitir que aprenden rápido y les gusta”, dice Yessenia Mendieta, de la universidad.
Para estos días se tiene previsto una presentación de ellos con temas navideños. 
VIDA. En este lugar de acogimiento, los residentes viven en diferentes casas. “Se trata de hacer que los chicos se sientan como en un hogar”, dice Narcisa Sánchez, directora de la Casa Hogar de Belén.
Yuli, de 14, cuida lo mejor que puede a su hija de 2 años. Ella vive en una casa rosada del fondo, junto con dos madres adolescentes.
“En la casa de las jóvenes con hijos, la guía les enseña a ser adolescente y madre a la vez”, explica la directora.
CELEBRACIÓN. El ambiente de fiesta en la casa hogar es notorio. 
Los integrantes de cada casa se esmeran en arreglar lo mejor que pueden sus hogares, porque, según Vielka (nombre protegido), éste sí es su hogar.
Ella piensa que en esta época del año es donde todos se llevan bien. “Quizás a veces peleemos o algo, pero cuando llega Navidad todos queremos ayudar en la casa”, dice.
Entre las actividades que realizan en la fundación figuran una novena y la corona de Adviento.
Cada semana es un color diferente y, según Narcisa Sánchez, los chicos disfrutan del momento de oración.
“Aquí queremos inculcar el cien por ciento a Dios. Porque Él es el único que puede eliminar todos los recuerdos malos del pasado”, afirma Sánchez.
Además, indica que el espíritu religioso es la principal característica de la fundación.
“A veces los chicos extrañan, como es normal, pero siempre decimos que Dios está con ellos y que lo mejor es seguir adelante”, señala la directora.
Hoy María ya sabe lo que es la Navidad. 
El sol tardó en salir para ella, pero ahora puede decir que tiene junto a ella a una verdadera familia.
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