Siendo América, con énfasis en el centro y sur, continentes conquistados con no tan buenas artes por españoles y otros europeos desde 1492, paradójicamente se concluye en que son los más católicamente evangelizados del planeta, ya que solo el 37 % de sus habitantes faltarían por conocer la fe religiosa que el 63 % restante de pobladores, latinoamericanos, heredó de nuestros no tan santos conquistadores; el catolicismo. En contraste a lo anterior, en Asia, un 97 % de población no es católica; siguen África con 82 %, Oceanía con 74 %, y la misma Europa, donde 60 % falta por evangelizar; según la alta dirigencia del Vaticano; concluyendo en que, promediando, el 70 % de habitantes de los 7 mil millones que hacemos la humanidad no practica la religión en la que Jesús es uno de sus principales símbolos o actores, haciéndolo solo el restante 30 %; es decir, en el rubro religioso somos total minoría mundial, por decirlo de alguna forma.

Encima, hay que evaluar la intensidad en la práctica religiosa de cada uno de los credos que conocemos, en los que se distinguen por su fanatismo quienes dependen del Corán, los musulmanes; contrariamente, sin llegar a esos extremos los católicos se diría son mucho más ligeros en la práctica de su religión, habiendo quienes confesándose respetuosos del cristianismo, no son precisamente buenos practicantes de las elementales normas y exigencias de esa religión; se diría que en gran número son católicos solo de nombre; agregando los graves problemas que el catolicismo atraviesa por malas actuaciones de muchos sacerdotes, como el asunto pederastia, agregándose el controvertido celibato de curas y de monjas, del que poco se habla últimamente por haber asuntos de quizás más urgentes, como son los de organización y financieros. También es de considerar la arremetida que nuevas organizaciones pseudo religiosas ejercen vía TV. Este es el difícil escenario que Francisco, el latinoamericano reciente Papa, tiene por delante como desafío para revitalizar este credo tan cercano a la historia y vidas de esta América morena.