Es lo que ayer aquí, en Las Vegas, Nevada, USA., ha hecho un ser muy allegado a mí, del que soy su animador, mánager y esposo; ella ayer cumplió su segunda media maratón; la primera la hizo en Guayaquil el mes de octubre. Este hecho me complace y es un desafío personal que aprovecho para difundirlo a los generosos lectores como algo positivo por las varias experiencias de esta actividad que conjuntamente iniciamos con ella por medio de   simples caminatas a orillas del mar de la bella Manta, lo que poco a poco fue derivando a pedido natural del nuestros mismos cuerpos, mezclado con alguna disciplina y cambios de costumbres que benefician a la salud principalmente; además, con importantes compañías de más aficionados y conocedores de distintos niveles, entre quienes hay algunos que ya han cumplido varias maratones internacionales por el simple placer de hacerlo; personalmente voy por varios 5K y en ascenso, con lo que me siento complacido, dedicándome a ejercer más, como dije, de mánager de mi atleta…

Hay mucho que decir de esta fiebre que de a poco y para beneficio de sus cultores y en general de la colectividad va creciendo explosivamente en el mundo. Antes que nada corrige, disciplina a la persona, porque no congenian con este exigente y natural deporte los malos hábitos, como el fumar, beber alcohol, ni la alimentación descontrolada, tampoco las trasnochadas y las farras; todo esto se trasluce en una buena salud física y mental que junto al carácter y esfuerzo que forman, son los mejores resultados de este sencillo y hasta barato deporte, que se puede iniciar con simples caminatas y culminar con una maratón o al menos media, como la que ayer aplaudí en mi consorte. Así que anímense, mucho se gana y nada pierden cambiando hábitos en beneficio de ustedes mismos principalmente y luego de quienes los rodean, ya que son contagiosas la buena salud y figura que se logra con lo relatado. ¡Anímense!