Delgado,  que se inició como futbolista en las formativas de Liga y debutó en primera en 1998 bajo las ordenes de Juan García, recuerda que su momento en el fútbol fue corto por sus lesiones. Delgado tuvo 6 intervenciones quirúrgicas, las que lo obligaron a retirarse del deporte cuando tenía 30 años y aún “hilo en el carrete”. 

Un diez. Delgado añade que era considerado un “10” de los que tenía buen trato de balón, daba pases cortos y largos, con la perfección de un cirujano, abasteciendo a los delanteros, uno de ellos, en ese entonces, era Alberto Capurro. 

Lesiones y descenso. En el 2002, año en el que el equipo universitario perdió por primera vez en su historia la categoría, Delgado sólo pudo jugar 10 minutos en un cotejo con Santa Rita. Una pubalgia crónica que lo hizo pensar en su retiro. “Eso pensé, pero en ese año llegó a Quito el médico del Real Madrid, Pedro Guillén, para participar en un congreso y le pedí que me operara, él accedió y después de dos meses pude regresar a las canchas”, dice.   

Un año después el sueño del “10” se plasmó, ya que fue parte del equipo que recuperó la categoría. “Esos momentos son imborrables, más aún cuando en el cotejo final que jugamos con el Imbabura marqué 2 de los 4 goles con los que le ganamos 4-2 y clasificamos”, recuerda Delgado.  

otro frente. A inicios de este año Delgado retornó a Liga, para cumplir el mismo reto que logró en el 2003, pero no como jugador. Fue contratado por la dirigencia para que acompañe a Luis Espinel en la asistencia técnica. “Estamos cerca del objetivo para el cual nos contrataron, ojalá las cosas se den para ascender”, afirma.

Delgado trata de compartir experiencia con los jugadores Gustavo Asprilla, Stiven Zamora, Ronny Ross y Mario Cedeño. “Después de cada práctica intento dar ciertos secretos en lo que se refiere a la definición y el saberle pegar bien a la pelota con borde derecho e izquierdo”.