La iniciativa de pedir al mundo una compensación por dejar el petróleo bajo tierra en aras de conservar la naturaleza, fracasó, pero no únicamente porque “el mundo nos ha fallado”,. como dice el Presidente; el gobierno también falló con políticas contradictorias y con un discurso contrario a las seguridades que la comunidad internacional pide como una base mínima de entendimiento.

Que el Yasuní aporte unos 500 millones de dólares anuales a un presupuesto de más de 30.000 millones, representa menos del 2% ¿puede el gobierno ahorrar ese 2% entre tanto gasto innecesario para mantener el Yasuní?

La economía ecuatoriana se está hiper estatizando. El presupuesto del Estado crece y crece para financiar gastos corrientes ¿para eso servirá el sacrificio ambiental de explotar el Yasuní? 

Los gobiernos no han podido hacer que despegue la producción no petrolera. Hoy la economía está dinámica por al alto precio del petróleo. Esta dependencia continuará hasta que el sector privado crezca, lo que será difícil en este gobierno que aísla al país del comercio internacional y que ahuyenta a la inversión.