¿Alguna vez te acuerdas de los pies? Difícilmente podrías realizar tu entrenamiento sin ellos, así que no está de más que dediques unos minutos a mantenerlos en forma.
Tus pies son una maravilla de “ingeniería” biológica: están formados por 26 huesos y unos 100 músculos, estructurados de tal forma que te permiten desplazarte a todas partes, correr, jugar, pedalear, y servir de apoyo al cuerpo cuando te pones de pie. ¿Te imaginas todo el peso que aguantan y todo el trabajo que hacen por ti? Con el agravante de estar casi siempre encerrados en zapatos que muchas veces inclusivo no son cómodos. A pesar de todos sus servicios y sacrificios, casi siempre te olvidas de ellos a no ser que te duelan o te molesten.
Para prevenir que suceda esto (y para aliviar las molestias que ya vayas sintiendo) conviene invertir unos minutos al día a fortalecer y a estirar los músculos de los pies. No necesitas tener ningún equipo especial, puedes usar objetos comunes como una toalla, una pelota de golf, canicas o lápices y, desde luego, un poquito de constancia.
Para aumentar la flexibilidad de la articulación del tobillo:
Ejercicios de fortalecimiento
a) Recogiendo canicas (o lápices) del suelo (para este ejercicio necesitarás unas 20 canicas o lápices pequeños, incluso crayolas, así como un recipiente para recogerlos).