Al respecto, el expresidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos de Manabí, Yandri Reina, dijo que no sólo basta conque se subsidie la compra de ese tipo de cocinas, sino que también debería bajar la tarifa eléctrica que estaría por 16 centavos el kilovatio. 

“Digo esto porque una cocina eléctrica genera bastante consumo, dependiendo de la marca y el voltaje, pero por ejemplo podríamos decir que una de ellas equivale a tener prendidos 8 focos de 100 vatios y 40 ahorradores de 20 vatios”, explicó.

El profesional además cree que aumentarían los incendios ocasionados por cortocircuitos, especialmente en hogares pobres, porque optan por hacer conexiones sin asistencia de un técnico.

Alberto Cedeño, gerente del almacén Comandato, comentó que en la venta de cocinas eléctricas es casi nula, es más, no la ofertan. Lo mismo en otros tres almacenes donde se consultó. Cedeño aduce que sería por el alto costo y consumo.

En un almacén portovejense se indicó que el precio promedio de una cocina eléctrica es de 500 dólares, mientras las de sistema a gas hay de precios muy inferiores, incluso las llamadas cocinetas que valen menos de 100 dólares.

“¿Y cuando se vaya la luz?”, Esa es, en cambio, la pregunta que se plantea el ciudadano Marcos Murillo, quien dice no estar de acuerdo con un cambio tan brusco. “Creo que más barato saldría comprar un gas sin subsidio que cocinar con energía o sino regresar a la leña”, agregó.

 

Desempleo.  En tanto, Walter Bowen, quien es dirigente nacional de los distribuidores, dijo que no tienen una cifra de quiénes viven de esa actividad, pero que en Manabí serían cientos los perjudicados y que ya hay gran preocupación por el desempleo que se generaría. 

No obstante, señaló que hasta que eso suceda se deberá analizar el actual margen de utilidad por la venta del gas, pues asegura que las ganancias son unos 35 centavos por cilindro, tomando en cuenta el 1,60 dólares que es el precio oficial. Agregó que sin el subsidio el gas vale más de 15 dólares.

Combustible.  En cuanto a la regulación del subsidio del combustible, Correa dijo que se aplicará de una forma técnica y puso como ejemplo que podría darse un cupo de 300 galones al año con subsidio y de allí que se pague el precio real. Eso mediante una tarjeta magnética que será dada al momento de matricular los vehículos. 

El mecánico Hugo Villamar dijo que esa medida obligaría a la gente a ocupar un carro en lo mínimo. Pues explicó que como promedio, un vehículo se llena con 12 galones y con cada galón recorre 35 kilómetros, entonces, proyectando que se lo consuma en una semana utilizándolo para lo necesario, el cupo se terminaría en unos siete u ocho meses promedio. “Me parece una locura porque no sólo los ricos tienen carro, también hay gente pobre y de clase media que con esfuerzo se compra uno y es una herramienta de trabajo”, expresó.