El trabajo militar se realizó ayer, a las 16h30, en la vía a las canteras, de la parroquia Picoazá.

El operativo se efectuó después de un trabajo de inteligencia efectuado en la zona.

Los militares ingresaron a una antigua construcción donde funcionó el prostíbulo El Búfalo. En el lugar se revisaron varias comparticiones donde funcionaban los cuartos, y en uno de ellos se encontraron las armas y las municiones.

Los ocho revólveres y las 30 balas estaban dentro de un saco. 

En el lugar estuvo presente el fiscal de turno, Rubén Cuello, quien pidió a los uniformados que se realice un parte informativo para que la Fiscalía inicie las investigaciones para determinar la procedencia y para qué

 eran utilizadas las armas de fuego.

 

MILITARES. Mauricio Bastida, jefe del Fuerte Militar, manifestó que después de información del grupo operacional 2.1, se conoció que varios hombres se reunían en el lugar, donde tenían escondidas las armas.

El jefe militar dijo que se presume que estas armas eran utilizadas para cometer actos ilícitos en la ciudad, como asaltos, robos, secuestros exprés, robo de vehículos, entre otros, ya que se conoce que en el lugar se reunían hombres que llegaban en vehículos.

Otra de las versiones que manejan los militares es que ese sitio podrían realizarse negocios de venta de las armas entre delincuentes.

Óscar Pisco, jefe del Centro de Control de Armas, señaló que las armas encontradas son de fabricación nacional y que estaban remarcadas sus numeraciones.

Además aseguró que las municiones han sido recargadas. Este trabajo lo realizan con herramientas que hay en los tornos.

Pisco expresó que se continuará con los operativos de control de armas en toda la provincia de Manabí.

También invitó a las personas que tienen armas de fuego para que se acerquen al Centro de Control de Armas a legalizar sus permisos de tenencias de armas para los domicilios.