La medida fue tomada luego de que este Diario publicara varias fotografías de una de las aulas en mal estado y donde se educaban los niños.
En la primera escuela había un aula de caña y dos en construcción. En la Guadalupe Larriva funcionaban tres bloques hechos de latilla.
Varios maestros de los planteles justificaban el hecho argumentando una demanda de aulas ante un creciente numero de estudiantes.
Las autoridades de educación autorizaron a que ambos planteles funcionen en dos horarios para solucionar la falta de bloques en los establecimiento.
Desde ayer la escuela Villamarina funciona en dos turnos; por la mañana estudian los niños de primero a tercer año, y desde el cuarto a séptimo año por la tarde.
En la escuela Guadalupe Larriva, el quinto, sexto y séptimo fueron trasladados a la jornada vespertina.
Ambas decisiones fueron aceptadas por los padres de familia quienes en primera instancia anunciaron un reclamo a la Dirección de Educación. Ahora los padres solo esperan que las autoridades construyan canchas deportivas en los planteles educativos, donde actualmente los niños juegan en un patio de tierra.