Un tribunal de Arabia Saudí condenó a Ali al-Khawahir, de 24 años, a ser paralizado de cintura para abajo si no indemniza a un hombre al cual apuñaló y condenó a pasar sus días en un silla de ruedas.
El joven ha pasado sus últimos 10 años en la cárcel por apuñalar a un amigo de su infancia, que quedó parapléjico debido a la agresión.
La ley de la Sharia islámica de Arabia Saudí, permite el ‘ojo por ojo’ en muchos crímenes. Ante ello, el joven deberá pagar a su víctima unos 270 mil dólares, o tendrá que asumir la pena de quedar inválido.
Pese a sus esfuerzos, la madre del joven no ha podido recaudar el dinero.
Desde Amnistía Internacional pidieron que no siguieran adelante con la sentencia y, que de hacerlo, estarían violando la Convención contra la Tortura de la ONU, que fue firmada por el país árabe.
Aunque Al Khawahir aun tiene tiempo para recaudar el dinero, se estima que no lo logrará, por lo que el tribunal continuará con la sentencia.
En Arabia Saudí, la flagelación es una pena obligatoria en muchos delitos y que un juez puede aplicar. La amputación de las manos se utiliza en delitos de robo, mientras que en los casos de estafa el castigo es la amputación cruzada (la mano derecha y el pie izquierdo).