Él es uno de los cientos de afectados por el macro deslizamiento que afecta a la ciudadela Jorge Gallardo en Chone y que tiene atemorizadas a decenas de familias del lugar.

"Una lluvia fuerte y esta casa se cae", afirma este hombre. 

Situaciones similares se palpan al recorrer la ciudadela. Elevaciones de tierra que han dañado el piso de las casas, paredes cuarteadas, otras a punto de ceder, ojos de agua, canales naturales que la lluvia ha hecho, son parte del panorama. Los habitantes aquí viven con temor y pidiendo ayuda.

Cecilia Cevallos lloraba mientras recordaba que le había pedido a sus hijas ir a los albergues, pero ellas se rehusaron porque no querían dejar sus casas. 

Mercedes Zambrano afirma que cuando llueve la tierra cruje. Debajo de donde se ubica la cocina de su casa hay un ojo de agua que amenaza con provocar el hundimiento de esta parte de su vivienda. 

Fernando Bustamante, presidente de la ciudadela Jorge Gallardo, afirma que el año pasado les hicieron muchos ofrecimientos, pero que ninguno se concreta. 

De las familias albergadas de este sector, sólo 35 permaneces aún en el albergue del Miduvi, y ya cumplieron un año desde que abandonaron sus hogares alentados por una promesa de vivienda nueva en un lugar seguro.

Ana María Rodríguez y Ana Cevallos son dos de ellas. Esta mujeres afirman que aún no se acostumbran a vivir en un espacio reducido y que ninguna autoridad ha llegado al sector para decirles cuándo se solucionará su situación. 

Ambas esperan que la promesa de una casa nueva se concrete pronto. 

La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos en Manabí concluyó que la zona es de alto riesgo. El Municipio de Chone determinó que el 70 por ciento de la ciudadela debe ser reubicada, mientras que el Ministerio de Inclusión Económica y Social se encarga de administrar los albergues. El Miduvi por su parte ya avaló un terreno para rehubicar a las familias albergadas, para ellos parece próxima una solución, pero mientras tanto Don Lesme y su esposa, al igual que las decenas de familias que viven en la ciudadela, seguirán durmiendo con temor e incertidumbre sobre lo que será su destino.