Según detallan este martes medios locales, el niño metió la mano en la jaula del animal, una hembra cruce de perro de trineo y lobo llamada Sassy, y se le quedó atascada entre los barrotes.
En ese momento, la perra le arrancó el meñique y se lo tragó. Alertado por los gritos del niño, el padre fue rápidamente, tomó un arma y disparó contra el animal para abrirlo y tratar de recuperar el dedo.
"Tomé mi pistola y disparé contra ella. Me dije: tengo que encontrar el dedo, tengo que encontrar el dedo", explicó Brignoni al diario Bradenton Herald, en el que detalla lo ocurrido.
Luego se llevó rápidamente al niño al hospital, pero los médicos no fueron capaces de reinsertar el dedo a la mano del menor, de once años, que se recupera de las heridas en un hospital de Tampa, Florida