La decisión fue anunciada el pasado viernes por el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, y el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, quienes indicaron que era un mandato directo del presidente Hugo Chávez, hospitalizado en La Habana desde hace dos meses

"Todos sabemos que hay un patrón único de 4,30 y se tomó la decisión de pasarlo a 6,30", señaló Giordani mostrando la instrucción firmada por Chávez y tras subrayar que el paso de 4,3 a 6,3 bolívares por dólar se aplicará a partir del 13 de febrero. 

A diferencia de devaluaciones anteriores, la nueva tasa de 6,3 se aplicará a todos los sectores sin tasas preferenciales para productos de necesidad básica y sólo con excepciones temporales para algunos sectores, como alimentos, comercio o salud, que ya habían solicitado divisas.

"En este momento tenemos un brote inflacionario y especulativo y el gobierno tiene que actuar con eficiencia, con la firmeza que nos exige el presidente", señaló el ministro.

Merentes informó además de la eliminación del Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme), que permitía a importadores y personas naturales obtener dólares a una tasa superior a la controlada con la compraventa de papeles públicos.

 

oposición. Henrique Capriles, líder de la oposición venezolana, criticó al gobierno por su decisión de devaluar la moneda y aseguró que los venezolanos dentro de poco podrán volver a decidir sobre el rumbo que debe tomar el país. 

Capriles indicó que una medida así, que calificó de "paquetazo rojo", afecta a todos los venezolanos y desdice a un gobierno que "había dicho hasta el cansancio que no iba a devaluar". 

Por su parte, el vicepresidente Nicolás Maduro indicó que la decisión busca proteger la moneda del ataque "de agentes económicos que viven de la especulación y del saqueo de las finanzas" del país.