El Senador por Esmeraldas Plaza Monzón, ubicado en la puerta de entrada al Palacio Legislativo, impedía el ingreso; el estudiante José Cabrera Chinga, acompañado por estudiantes manabitas, le puso el revólver en el pecho del senador diciéndole: "No nos haga daño, Manabí se muere de sed". Pálido y tembloroso, abandonó el Parlamento. 

Aquello dio sus frutos y cuando se estableció el quórum, a las 7 de la noche se inicia la aprobación definitiva. Los universitarios manabitas coparon la barra baja, en la que se encontraban, entre los muchísimos estudiantes, los líderes Guillermo Sacoto Guillem, Eduardo Brito Mieles, Juan Ramón Cevallos, Stalin Delgado Martínez, José Cabrera Chinga, Luis Hernández Mendoza, Paulino Rivero, Alberto Cantos, Molke Menoscal, Ítalo De Genna, Romeo San Andrés. Espero las debidas indulgencias de los nombres que no aparezcan en éste relato. 

El Dr. Otto Arosemena Gómez, Presidente del Congreso, dirigía la votación. Con voz potente, el estudiante Brito grita diciéndole: " Otto, Manabí te hará presidente", con la algarabía de todos los presentes. Cuando estaba por concluir la votación, uno de los diputados desafectos con esta creación, mirando su reloj, le dijo al Presidente del Congreso: "Señor Presidente, son las 12 de la noche, de por concluida la sesión", para que no se apruebe el proyecto. Entonces todos los estudiantes, con un solo grito dijeron “falta una hora, señor Presidente”, y el Dr. Otto Arosemena le dice al Secretario del Congreso: “Señor Secretario, prosiga la votación". Se concluyó la misma con la aprobación del C.R.M. muy pasada las 12 de la noche.

Entonces me pregunto a voces, si alguna vez se escribió ésta verdadera y grandiosa historia.