El último de estos contactos a nivel consular con el fundador de WikiLeaks se dio el pasado martes, dos días antes de que Ecuador le concediera asilo diplomático, señaló en una nota a la prensa la oficina del ministro australiano de Asuntos Exteriores, Bob Carr.

Durante estas conversaciones, el australiano, quien está en el interior de la embajada ecuatoriana desde el 19 de junio, declinó la oferta de asistencia consular, aunque la agradeció, según informó el canal estatal de televisión ABC.

La abogada australiana Jennifer Robinson, que asesora legalmente a Assange, dijo que confía en lograr una solución pactada.

"Lo que nos preocupa ahora son las negociaciones del gobierno ecuatoriano para conseguir un salvoconducto para que Julian pueda ir a Ecuador a buscar los beneficios de la protección que le ha sido concedida", dijo Robinson.

Representantes políticos, legales y grupos de defensa de las libertades han instado a la primera ministra australiana, Julia Gillard, a que intervenga en la disputa entre Londres y Ecuador para asistir a Assange.

La fiscal general de Australia, Nicola Roxon, dijo haberse tomado "un interés absoluto" por el caso, pero señaló que el Gobierno no puede hacer gran cosa.

 

REACCIÓN. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, calificó ayer de "grosera e intolerable" la "amenaza" que el Gobierno británico hizo en una carta, en la que menciona la posibilidad de irrumpir en la embajada en Londres para arrestar a Assange.

"Jamás, al menos mientras yo sea presidente, este Ecuador aceptará amenazas como la que en forma totalmente grosera, desconsiderada, intolerable presentó Gran Bretaña esta semana", dijo Correa.

Insistió en que Ecuador adoptó una decisión "soberana" al otorgar el asilo a Assange por falta de garantías de parte del Reino Unido y Suecia para que no se lo extradite a un tercer país donde su vida podría correr peligro o donde no se le garantice un debido proceso.

En Estados Unidos, la Casa Blanca consideró que el problema deben resolverlo los países implicados.

"Estados Unidos ve esto como un asunto que debe ser resuelto entre el Gobierno británico, el ecuatoriano y el sueco", indicó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, a la prensa, a bordo del Air Force One. <