Es conocido que la colectividad manabita vive con miedo y esto genera mucha tensión por la inseguridad y el temor se ha apoderado en la provincia. Esta sensación nos afecta, aunque con frecuencia pase por desapercibida. ¿Qué ha generado este ambiente? ¿Por qué la gente tiene miedo de salir de su casa? ¿Por qué muchos se sienten inseguros en el empleo? ¿Por qué teme tanta gente por sus hijos? ¿A qué peligros enfrentan las personas en su hogar?

Es común que los manabitas y los ecuatorianos se sientan inseguros hasta en su propia casa, por la violencia doméstica que es la práctica oculta de someter a las mujeres a base de golpes. Esto es una injusticia que se comete en todo el planeta y son muchas las mujeres que temen por su integridad física en su propio hogar. La pérdida de la dignidad, sin embargo, no es lo único que enfrentan las damas: el acoso sexual puede terminar en una violación.
 Muchas son las razones por las cuales sentimos temor, pero analicemos los peligros constantes que acechan a la gente: crímenes, asaltos, robos, sicariatos, acosos sexuales y violaciones. En vista que la mitad de la población vive en sectores urbanos, resulta oportuno referirse a la violencia en los 22 cantones. Lo que antes era un refugio, ahora se ha convertido en una amenaza. El centro de las metrópolis es un territorio ideal para los atracadores y en sectores pobres es peligroso entrar, porque no hay policías y poca iluminación.
Al vivir inmersos en un clima de temor, es posible que la gente no se de cuenta de sus decisiones diarias, que están influidas por el miedo. ¿Trata Ud. o su familia de no llegar solos a casa de noche? ¿Le da miedo utilizar el transporte público? ¿Ha descartado la idea de acudir a un concierto o al estadio a ver un partido de fútbol, por temor a encontrarse con las multitudes descontroladas?
En Ecuador y otras capitales del mundo todos los años fallecen en forma violenta miles de personas, víctimas de la violencia directa o indirecta. Además se producen las protestas de carácter político y en estos disturbios se aprovechan muchos individuos y saquean los comercios, haciendo que cunda el caos. La existencia de ladrones y revolucionarios fomentan el clima de terror que vivimos, pero hay otras causas.
No hay duda alguna, estamos envueltos en un ambiente de temor; pero si tomamos las debidas precauciones podemos reducir la angustia, pero hay que ser precavidos para eludir los peligros; conviene estar al tanto de quién anda cerca de uno, regresar a casa por calles iluminadas y pedir a alguien que lo acompañe. En caso de que lo asalten, recuerde: “La vida vale más que las cosas materiales”. Por maltratos, señora. Puede denunciar al esposo y buscar protección policial. ¿Puede Ud. vivir sin miedo en un mundo tan peligroso? Difícil, hasta quien tiene fe en Dios, vive situaciones angustiosas. ¿Será delito decir la verdad?<