Antes de su participación en Londres, Adrián vivió momentos de felicidad y angustia. Alegría por representar a su país siendo el atleta más joven de la especialidad de salto triple, con 17 años, y tristeza porque estaba consciente de que padecía una lesión en una rodilla que le impediría mostrarse al cien por ciento. "Bien por la presentación, pero se dio lo de la lesión, lo que no me permitió mostrar mi talento en los juegos de Londres", señala.

El atleta oriundo de la parroquia Alajuela del cantón Portoviejo, destaca también que su clasificación la consiguió en siete meses de preparación, ya que estuvo alejado casi un año y medio de las pistas. “En septiembre del 2011 volví para un 

Sudamericano Juvenil en Colombia y sin entrenar gané la competencia”, dice.

 

Lesión. 

Antes de su competencia en Londres (el 7 de agosto), el atleta de los registros de la Federación Deportiva de Manabí formó parte de un concentrado de preparación en España, donde la exigencia de trabajo le perjudicó y se lesionó una rodilla.

"La lesión afectó a nivel de los tendones de la rodilla, producto de las cargas recibidas. Hubo que trabajar mucho en los volúmenes de saltos, simplemente un saltador logra un resultado de alto nivel con las grandes cargas de entrenamientos deportivos", dice Luis Small, entrenador que acompañó al deportista en Londres.

 

 Motivación. No obstante, la actuación de Adrián Sornoza queda para el recuerdo y para presagiar grandes momentos a futuro. “Es importante haber participado en los Juegos en correspondencia con el nivel técnico de la competencia, y realmente una experiencia muy grande por ser el atleta más joven”, afirma.

 

 Preparación. Ahora el atleta manabita apuesta a recuperarse realizando sus rehabilitaciones y luego comenzará con la preparación. "Vamos a darle dos semanas de rehabilitación desde el punto de vista fisioterapéutico, después vamos a tener dos semanas de rehabilitación en el orden técnico, para iniciar los trabajos el día 1 de octubre", señala el entrenador.

Según Small, Sornoza está en una edad de crecimiento fisiológico. "Quiere decir que comienza el proceso de maduración, en el que el deportista puede explotar su talento innato", dice el preparador. <