Objetos. Fue el jueves de la semana anterior que extraños arremetieron contra el automotor, de donde se sustrajeron la radio, cubre asientos y los parlantes del equipo de sonido.
Para esto, los pillos rompieron la ventana para abrir las puertas, y tuvieron el tiempo suficiente para cometer del delito.
"Cuando amaneció me di cuenta de lo sucedido. No hubo vecino alguno que aportara con algún tipo de información", expresó Carlos V.
Pero el caso narrado no es el único, pues a Neptaly Rezabala le pasó algo similar en el sector del parque, cerca al lugar donde se construye una Unidad de Vigilancia Comunitaria (UPC).
Al mencionado los malandrines le dañaron la chapa, luego se sustrajeron los objetos de valor que había dentro del Suzuki Forsa que dejó estacionado frente a su vivienda. Después de varias horas los cacos enviaron a un emisario para "cambiar" la memoria de la radio por 20 dólares, ya que en su apuro se olvidaron de llevarse unos conectores especiales del equipo.
Rezabala debió pagar por su radio.<