Pese al tiempo transcurrido, el recuerdo del terremoto del 4 de agosto de 1998, que cambió la vida de muchas personas de Bahía de Caráquez, aún no se olvida.
Hoy, catorce años después de que Bahía de Caráquez fue testigo de un evento natural que significó un duro golpe para sus habitantes, esto no se olvida, reflexionó Marina Cedeño, quien visitó ayer el cantón Sucre.
Un martes 4 de agosto, alrededor de las 13h00, ocurrió el terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter, que sacudió la zona costera central del país. Su epicentro fue el cantón Sucre. Las poblaciones más afectadas, fueron Bahía, San Vicente, Jama, Manta, Portoviejo, y especialmente Canoa, que presentó los daños más severos en este evento. <